A JOSÉ COUSO. Por Dulce Chacón
Nadie nos dijo
que la desolación llevaría
tu nombre.
¿Hacia dónde mirar?
¿En qué rincón podremos
amamantar esta tristeza
tan recién nacida?
Nadie nos dijo
que el dolor nos vencería
en tu perfil.
¿Dónde encontraremos
un lugar para el llanto
después de haber mirado
la boca del cañón que te miró
y miraste?
¿Dónde?
¿Dónde,
cuando sólo nos queda
el hueco que anidó un disparo?
Nadie nos dijo
que con tu sonrisa se contaría
la historia.
Tinta desolada
que rescribe Bagdad.
En memoria de Dulce Chacón